Matilde hace días que cumplió seis meses ya. Y hasta hace un par de días yo seguía sin pedir mi permiso de paternidad.
Lo intenté hace cinco meses. Me pasé por el Instituto Nacional de la Seguridad Social con todos mis papeles en una carpetita después de dejar a Paulina en el colegio. Confiado de mí pensaba que podría rellenar una solicitud, hacer dos fotocopias, que me las compulsaran y listo, para casa.
Pero no iba a ser tan fácil.
Nada más entrar el olor a humanidad concentrada me acojonó. Saltaron todas mis alarmas diciendo que esa zona era terrotorio hostil. La primera escena era una lucha encarnizada entre dos clanes por apoderarse de una silla frente al monitor TFT que avisaba los turnos.
Bueno. No te preocupes, seguro que la cola de paternidad va rápido.
Me dirijo confiado con mi boli bic hacía la máquina de turnos. Tras esperar unos minutos en dicha cola, el increíblemente amable guarda de seguridad me pregunta que si tengo cita. “mmmm… no… ¿por?” “Hombre, yo le recomiendo que pida cita, la estamos dando rápido, unas tres semanas. Y así le tocará esperar menos rato. Todos esos tienen cita. “ Y me señala no sin ocultar una picarona sonrisa las quince o veinte filas de sillas atestadas de ancianos, madres cargadas de chiquillos y clanes que hablan en idiomas ininteligibles.
Sigo su consejo y me llevo un impreso de solicitud de paternidad y le aseguro que llamaré para pedir cita esa misma mañana.
Bueno, seguro que pido el permiso de paternidad esta misma tarde
Pues cuatro meses después, me acuerdo y busco si hay alguna forma de hacerlo online. Y todo lo que encuentro en la web de se seguridad social es un link a un pdf para rellenarlo y entregarlo en ventanilla. Desespero. Empiezo a dar por perdido ese dinero, porque en realidad no sé si se me ha pasado el plazo.
Pero en ese momento estaba llamando a mi cuñado asesor para un tema del autónomo y de rebote le comento lo de la paternidad. “¿Has mirado en el portal ciudadano de la seguridad social?” – “¿What? ¿Qué? ¿Mande?”
Me encomiendo a San google bendito, “portal ciudadano seguridad social”.
https://sede-tu.seg-social.gob.es
Dios mío. ¿Será verdad? ¿Será posible?
Conectar con certificado digital.
Conecta a la primera. Qué raro.
Ya estoy identificado. Pero… no… ¡¡¡¡no puede ser!!!!
De repente, ante mis ojos una caja de texto verde enorme me deja helado.
Me quito la gota de sudor frío que tras recorrer mi frente me nublaba la vista.
Era cierto.
Esa caja de texto era real
HA SIDO PADRE RECIENTEMENTE. ¿DESEA SOLICITAR SU PRESTACIÓN POR PATERNIDAD?
Medio atolondrado por la emoción pulso en el botón para obtener mi permiso de paternidad remunerado.
A la vez llamo a voces a Eva para que me asegure que no es efecto de la acumulación de cerveza barata marca diabraü en mi torrente sanguíneo.
Me lleva una simple página de formularios que en menos de diez clics ya me ha simulado cuánto voy a cobrar y me ha informado de todas las opciones posibles. Me descargo mi simulación por pdf.
Y pulso el botón “tramitar mi solicitud”.
Ya está hecho. En menos de diez minutos y porque tenía que escanear mi carnet de familia numerosa.
Sólo queda un botón. Le doy y…
Administración pública.
Tienes que firmar la solicitud con un applet java.
¿Eso qué significa?
Que cierres tu navegador chrome, firefox o Edge y que uses el internet explorer antiguo. Con otro dificilmente podrás hacerlo.
Nada, nada. Empiezo de nuevo y esta vez en tres minutos está listo.
Ya tengo solicitada mi prestación por paternidad o permiso de paternidad o baja de paternidad o como se llame.
En serio.
Acojonante.
Un ahorro en tiempo de vida espectacular que comparto con todos vosotros, que estoy seguro que más de uno no lo conocía.
P.D.- También se pueden solicitar las tarjetas sanitarias europeas por si tenéis pensado ir al extranjero. Sin moveros de casa.
Como diría Maui “de nada”
