En el barrio teníamos la tienda de, digámosle Mari. Es una tiendecita minúscula. Vendía litronas, croquetas congeladas y tortillas de patatas gigantes.
La tiendecita de Mari le ayudaba a mantener a sus hijos. Víctima de violencia de género y con varios hijos totalmente dependientes Mari siempre te recibía con una sonrisa y se enteraba de todo lo que pasaba en el barrio.
No costaba nada pagar unos céntimos más por una litrona helada y echar una mano a una vecina. Nuestros niños se peleaban por ir sólos a comprar a la tienda de Mari. Siempre falta un bote de mayonesa o un paquete de sal a última hora.
Pero un día la tienda de Mari cerró.
Alguien denunció su negocio. Parece ser que su expareja no llevaba bien que tuviera ingresos extra. Hasta ese punto son capaces algunos exs.
Cuando hablamos de hijos dependientes hablo de tres adolescentes, alguno mayor de edad, que van en silla de ruedas y que tienen una discapacidad intelectual severa.
Mari no se llevará el premio a la mujer trabajadora. De hecho no puede trabajar en casa porque imagino que los requisitos para montar una tienda de alimentación en su puerta trasera sobrepasan sus recursos. Tiene un monovolumen que se cae a pedazos. A mí me cuesta meter a mis tres chiquitines en nuestro coche. No puedo imaginarme cómo es el día a día de esa mujer. Cómo le queda ánimo para ponerte una sonrisa cuando que la cruzas por el barrio.
Yo a Mari le tengo una especial estima.
Ella fue la que inventó la historia de que yo era guardia civil o policía porque según le dijo a mi mujer iba muy tieso por la calle para no ser un madero.
Y además es la prueba viviente del daño que el rencor de los exs puede causar. A sus propios hijos incluso. Y no son daños colaterales. Son víctimas directas porque no importa nada más que hacer daño. Odio. Rencor. Envidia. Sangre podrida de tanto veneno acumulado durante años.
El mundo debería tener un filtro y no permitir tanto odio.
¿Cómo arreglamos esto?
6 respuestas
Pobre mujer!!! Injusticias siempre hay, me revuelve las tripas todo lo que OS pasa y este caso no es para menos. Yo seguiría encargándole tortillas y litronas, que no esté cara a la calle, yo puedo cocinar por gusto a quien me plazca, no?
Si ha cerrado es porque la guardia civil le habrá avisado de que no puede hacer la vista gorda después de la denuncia. Imagino. Vivimos en un pueblo y casi todo el mundo sabe lo que hay.
Gracias por comentar.
Yo,por mi propia experiencia,tambien se donde puede llegar el odio de mi ex ,sin importarle el daño que hace a mis hijos,por eso ,si,le tenemos miedo,a no saber a donde puede llegar.Comprendo perfectamente como debe de estar esa mujer.Por supuesto su ex dira que el no la denuncio y que la mentirosa y mala persona es ella y puede que tambien diga que ha malmetido a sus hijos en contra de el.
Gracias por el escrito,por desgracia no es ella sola,somos mas.
Basar tu vida en joder a tu ex es muy triste. Pero con hijos de por medio es ya despreciable al máximo. Pero hay personas que son así. Que no son capaces de recomponer su vida y tirar para adelante y toca putear a los demás.
Triste. Pero muy real.
Gracias por comentar.
Alfonso , por desgracia hay muchas así, es la envidia la que tiene la culpa! Que pena!
Victoria.
Esta mujer no sé la edad que tiene, pero por la edad de los hijos le calculo que aparenta 15 años más de los que debe de tener.
No creo que la palabra envidia sea adecuada. No sé qué se puede envidiar de esa vida salvo su determinación y voluntad para tirar adelante.
Muchas gracias por comentar. Un abrazo.