Muchos (bah, venga, tres o cuatro) me habéis preguntado que de dónde saco tanto palet.

Que si me pongo de noche a dar vueltas con el coche de polígono en polígono.

Que si los compro en el mercado negro de palets.

¿Algún amazon de palets?

Pues nada de eso.

Los cambio por cerveza.

¿Palets por cerveza? ¿Cómo?

Teniendo un par de amigos que trabajan en logística y les dejan muchos palets.

Por eso es importante ir a la hora de la comida, para no enredarles en horario laboral, pero que si llegas antes y tomamos café tampoco creo que se enfaden.

Bah.

Pero fijo que tienes una furgonetilla o algo para meter tanto palet.

Ajá…

Sí…

Claro…

Os presento mi impresionante furgoneta último modelo y amplia como ella sola.

Como véis los palets grandes hay que tratarlos a martillazos para poder meterlos en el coche hechos ya tablas, si no, imposible. Aún así hay que tener luego cuidado al colocarlos y evitar que los clavos queden mirando al conductor.

Bueno, pues con este método, un par de cervezas y un buen rato de cháchara después ya tenemos el coche de este modo (Sí, la foto de arriba era mi maletero y sí, eso de mi cara es una astilla).

Sí, bueno, no es la forma más cómoda de conducir. Pero si es poca distancia, tienes bien sujeta las tablas con pulpos o con el mismo cinturón del coche y dejamos buena visibilidad para los retrovisores yo creo que no hay ningún problema. Siempre puedes ser menos avaricioso que yo, y en vez de meter ocho palets en un Clio, metes cuatro en tu coche.

Así sin clavos amenazantes ni nada y mucho mejor.

Y una vez descargados, éste es el porche de Eva.

Sí, el de arriba es nuestro gato. Le encanta escalar por los palets. Luego le cuesta bajar, pero es que ya le hemos cogido cariño, qué le vamos a hacer.

Para la próxima entrada a ver si me armo de valor y os subo un video de cómo desmontar palets a martillazos.

Qué después de darme algún golpe en la espinilla con la maza os aseguro que todo tiene su técnica.