Hoy me recoge papá

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La reunión del colegio de comienzo de curso.

Sinceramente pensaba no ir por diferentes motivos, pero mi ex me informó que no podía ir y estaba feo que mi peque no tuviera representación.

Joder, vaya padre que no quiere ir a la reunión de infantil de su hija.

Pues, sinceramente, este año disfruto menos horas, noches, cenas y desayunos de mi hija que el año pasado y no quiero emplear mi tiempo en conocer que la profesora bilingüe de mi hija se llama Mª José y que probablemente su acento no es lo más parecido a la pecosa nativa inglesa que yo esperaba. Tampoco me moría por saber que las fichas son totalmente limitantes en cuanto a creatividad y que el objetivo final de la seño es poco menos que los niños sean ordenados silenciosos y no molesten.

¿Pero tío, esto no era un blog de coña de palets?

Pues sí. Pero hace poco estuve en una charla de padres blogueros y comentaron las ventajas de volver a “vivir” las experiencias con nuestros peques mientras escribimos acerca de sus cosas. Y hoy lo necesito.

Mido 1,82 cm. Peso casi 100 kilos. Pelo en pecho, espalda y… y… Estoy federado en natación. Pego martillazos a palets. Me he reencontrado con mi hombre primitivo interior gracias a lecturas acerca de masculinidad.

Soy básicamente la definición de un tío tío.

Y hoy he llorado en casa como una magdalena.

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Mi hija (la que sujeta el zumo) me ha enseñado orgullosa un mural de su clase acerca de la alegría. Deduzco que les han dicho “¿Qué te hace estar alegre?” Las respuestas, el 90% son “Mi mamá me compra chuches”, “ya no llevo ruedines en la bici”, “me han regalado un juguete”…

Mi hija, Paulina, de cuatro años, ha puesto “Hoy me recoge papá”.

Mi ego, se ha alegrado en plan, “mira qué bien lo mucho que me quiere mi hija”

Pero…

Luego en casa.

Piensas ¿por qué mi hija tiene tanta necesidad de su padre?

Y piensas en qué suerte tienen esos niños que tan sólo les hace falta unas chuches para ser feliz porque ya lo tienen todo.

¿Por qué una niña tiene que pasar por esa privación cuando lo único que quiero es poder pasar tiempo junto a ella? Oyes hablar de padres que les molestan los peques el fin de semana y yo sólo quiero poder desayunar con ella y llevarla al cole en bici y escuchar cómo canta mientras pedaleo. O que se meta en mitad de la noche en tu cama por cualquier excusa que suena a inventada y se te pone una sonrisa de oreja a oreja.

Nadie quiere tener hijos para divorciarse al poco y perderse media vida de ellos.

Empiezas a pensar en buenos y malos.

En quién tiene razón.

En el por qué de las posiciones que adoptamos ante los conflictos, sobre todo cuando hay peques por medio.

En por qué una niña de cuatro años me pregunta ¿cuándo me vas a volver a llevar al colegio en bici?, o ¿por qué no puedo dormir hoy contigo?

Y sentir que estás fallando.

En realidad estoy dudando y mucho en dejar este post en barbecho en la sección borrador per sécula seculorum ya que escribir un blog para desconocidos pues tiene la ventaja del anonimato, pero de las visitas que tengo, sé que buena parte me conocéis en persona, y ya me estáis dando una caña tremenda por el tema del hombre palet, así es que si ahora me pongo blandito por este tema, no sé la que me espera.

Bueno.

Que espero que escribir sea terapeútico, porque hoy me duele mucho el alma.