Mi peor momento del día tenía hora.
Y lugar.
Martes y jueves y la mitad de los domingos a las 19:20 horas.
Hace poco más de un mes que este miedo no forma parte de mi vida real. Pero tal y como están las cosas sigue revoloteando por mi cabeza todos los días.
Mi peor miedo es fallarle a mi hija.
Y lo hacía en contra de mi voluntad unas diez veces al mes con puntualidad británica.
Cuando tienes que hacerle entrar en el coche llorando y no puedes ni quieres explicarle qué es una sentencia, qué es una custodia y por qué no puede dormir conmigo esa noche.
Mirar el reloj por la tarde, ver que se acerca la hora y estar pensando en si esta tarde volverá a tirarse al suelo llorando o si sólo se quejará un poco.
Mi peor momento del día.
28 respuestas
Que mal que ambos deban pasar por eso! Animo amigo!!! Feliz inicio de semana!
Lo dejo caer en el post.
Ya, afortunadamente, hace casi dos meses que mi hija duerme conmigo y puedo llevarla al colegio por las mañanas.
Pero es, digamos, una concesión.
No sé si durará.
El miedo sigue ahí.
Debe de ser terrible para ambos, siento que tengáis que pasar por eso. Un abrazo.
Otro abrazo para ti.
Muy bueno tu vídeo del peor momento del día.
¿Tenemos a otro papáVloguero en camino?
😀
Te puedo asegurar que no le fallas como padre… Fallar como padre es cuando lloras por que ese fin de semana ni ninguno quieres ir a casa de tu padre…
Ánimo.
Pero en su mente ¿qué puede pasar?
¿Por qué pensará que ocurre todo esto?
Su papá, al que me consta que quiere con locura, no es capaz de conseguir que se quede a dormir en casa.
¡Pero si papá lo arregla todo!
Si quiero que mis hijos me recuerden por algo es por decirles siempre la verdad.
Aunque en este caso, sin mentir, se la tenía que suavizar.
Para mí es importante que mi hija tenga una buena relación con su madre.
No me va a oír nunca hablar mal de ella.
Ni a mí ni a mi entorno, al menos si yo estoy delante.
Pero la sensación es la de fallarle.
Ya he contado que la situación ha cambiado y hace un par de meses que hemos vuelto a la situación del año anterior, pero, no sé lo que durará esta vez.
El miedo sigue ahí.
Y no puedo evitar sentirme mal cuando llega la hora , aunque esta vez no tenga que llevarla a ningún sitio.
Pufff!! Qué mal, compañero… Un abrazo muy grande, y mucho ánimo
Por cierto, cuándo has estado en Toledo?
El finde del 15 de abril. Subimos a Madrid al Parque Warner y aprovechamos para hacer turismo. Se lo pasaron genial callejeando por ahí y en el mercado medieval.
¿Has cerrado el blog?
:-O
Ufff, que amargo ese momento. Mucha fuerza y animo.
Muchas gracias Rocío.
La impotencia para ayudar a nuestros hijos es una sensación terrible.
Un abrazo.
Puf! ese momento tiene que ser durísimo… Mucho ánimo!
Y lo peor es cuando se hace crónico. A ver si no vuelve a pasar.
Un momento duro, aunque yo te lo diga se que puedo cambiar poco, pero tu no le fallas!! Mucho ánimo!!
¡Muchas gracias!
Lo siento mucho, debe ser un momento muy muy duro. En estos casos, lo mejor es pensar en ellos, que están indefensos ante decisiones a veces no del todo racionales, de los adultos.
¡Mucho ánimo y mucha suerte…!
Cuando pasan estas cosas no es por el uso de la razón.
Es cuando se deja que las vísceras tomen el control.
Sin duda una putada, yo lo he vivido (más o menos, no exactamente igual) y no mola nada, se debería tener mas encuenta la opinión de nuestros hijos.
Saludos!
No es fácil.
Si se tuviera en cuenta su opinión corremos el riesgo de que manipulen a los niños.
En fin.
Que es un tema muy jodido.
Y siempre hay quien abusa.
Qué triste…
Cómo podría una sentencia tener en cuenta las emociones de los implicados?…si es que somos padres, madres e hijos 24hs 7 días a la semana, eso no se puede dividir en el corazón ..
Ánimo !
Yo tampoco me gustaría meterme en la piel de los jueces.
Creo que la culpa es básicamente de los padres, que no deberíamos llegar a juicio.
No es justo, ni para tu pequeña ni para tí. Muchos ánimos y ojalá que este «peor momento del día» sea pasajero. Porque la felicidad de un niño y un padre no puede depender de un papel.
Desde hace dos mesesforma parte de mi pasado.
Pero como una concesión.
No sé lo que durará.
Que mal. Te entiendo perfectamente, mi marido «ya se ha acostumbrado» Lleva así 8 años, al principio lo pasaba fatal y lo peor es que como tú dices los niños no entienden de sentencias ni jueces. Por desgracia a nosotroa nos toca luchar contra la alienación parental que ejerce su exmujer, poco que hacer ya a estas alturas. Una pena usar a los niños como arma arrojadiza.
Qué pena.
Los adultos somos un desastre.
Gracias por comentar.
Viví por lo que vive tu hija, y créeme cuando llegue a la edad correcta entenderá porque y ya podrá exigir quedarse.
Nada podrá evitarlo. Ánimos
Posdata: AMO a mi papi con locura a pesar de no haberme criado con él. Es un gran hombre y ahora un gran abuelo.
Ya, pero no quiero que nos perdamos todo este tiempo.
No es justo para nadie.
El rencor o lo que sea que lleva a los exs a amenazar y limitar al máximo las horas con nuestros hijos no justifica el daño que se nos hace tanto a adultos como a los propios hijos.
Yo aún sigo esperando una justificación de por qué. Y sé que seguiré esperándola de por vida porque no tiene nada más allá del rencor.