Hoy algo práctico.
Había unas jarras de cerveza gigantes ocupando mucho sitio en la cocina.
Palets… jarras… cerveza… (maravillosa combinación) “yastá” ¡¡un colgador de copas de esos chulos de bar con las copas boca abajo!!
La idea original era algo así:
Pero empiezan los “poyaque” ¿por qué no ponemos los botes de especias a mano?
Así es que, ¡especiero!
Presupuesto: Cero patatero.
Todo con materiales de casa (palets reciclados y tornillos).
Primero lijamos bien bien las tablas de los palets. Por cierto, si alguien me quiere donar su lijadora lo agradeceré. He terminado lijando a mano. Gracias Black+Decker (¿Esto no funciona así?)
Cortamos dos tablas por la mitad para los laterales.
Con un plato le hacemos la esquina redondeada para que no sea todo tan cuadrado.
Ahora le ponemos un soporte para las baldas centrales.
Atornilllamos un par de tablas por detrás. (primero perforo con un taladro para evitar que se quiebre la madera)
¡Ya está la estructura!
Y siempre mejor con ayudante “Muy bonito el banco, papi”.
Ya le pongo las baldas de abajo, alguna tabla rota se le recorta así como si fuera a propósito hacer ondas en el frontal.
Yo protejo la madera con aceite de linaza y aguarrás al 50% (lo leí en alguna parte en internet y me lo creí) que queda así como que más chula la madera y digo yo que el aguarrás matará algún bicho si los tiene.
Iba a tener debajo guías de madera para colgar copas, pero se nos iba de altura y Eva no llegaba a las especias. Hay que ser prácticos.
Así es esto se resume en que por ser práctico y por la altura media de este país “Va a ser si pones más alto el mueble no llego a las especias” me quedado sin colgador de copas chulo. En realidad tenemos cuatro copas, creo que sobreviviré, pero es lo bueno y malo de hacer las cosas sin preveer, sólo coger tablas, cortar y atornillar.
Y ya si os sale de ahí me dejáis algún comentario.
Se aceptan peticiones.
